Hay palabras que nos llevaron a grandes aventuras, otras en cambio nos han quitado años de vida.
Tu olvido, mi herida
Fuiste un buen sitio para estar..., hasta que llegó el frío.
Brindo por esas personas que cuando las hueles, las piensas o las sueñas, el regusto que te dejan sabe a vida.
Enamorarse es un entusiasmo que te acerca a las cosas y te sientes parte de ellas aunque nadie te invite, y después una extraña sensación de vacío, de tarde fría de lluvia.
Y la nada se convirtió con el tiempo en una puerta a la rendición y con la rendición llegó la paz.
El pasado decía Proust, no sólo es fugaz, es que no se mueve de su sitio.
Enamorarse perdidamente es un acto de magia que además te salva temporalmente de tener una existencia vulgar.
¿Se guardará la ternura?