O cómo conseguir un objetivo y no morir en el intento.
Recomendado para personas dispuestas a soñar,
luchar y caer tantas veces como sea necesario
para conseguir su objetivo
CAPÍTULO UNO- LA ESPINITA
“Como me gustaría......” Esa frase siempre esconde un sueño. Si depende de ti, puedes elegir entre dejarlo vivir en el Mundo de Nunca Jamás o pasar seriamente a la acción, eso lo convierte en un objetivo. El primer paso es pasarlo de la cabeza a las palabras, lo escribes o lo cuentas. Cuando lo cuentas se producen diversas reacciones, entre ellas que intenten disuadirte, por amor o miedo“a ver si te vas a hacer daño o te rompes una pierna” porque creen que no puedes o no tienes los recursos que son necesarios “¿no te parece que a tu edad...?.”.o te sugieren que te conformes con otras cosas “¿...y a ti es que no te gusta el pilates?”
Aprendizaje: selecciona a quien contarle tus objetivos, no tienes que dar explicaciones, justificarte, ni convencer a nadie, la única persona que tiene que estar absolutamente convencida eres tú.
Hay muchas cosas que preparar antes de empezar a patinar, comprar los patines, buscar el sitio, decidir con o sin compañía, ropa flexible y cómoda y unas gafas de sol oscuras por si piensas ir de incógnito durante un tiempo. Cuando ya tienes todo lo que crees necesario se produce una sensación extraña y a veces paralizante, “El Vértigo”, es esa sensación de miedo e inseguridad a precipitarse al vacío, su función es protegernos de una posible caída. La primera ráfaga cuando te pones por primera vez en posición vertical.
Aprendizaje: El vértigo se supera sólo si la necesidad es mayor que la resistencia o si el deseo es mayor que el miedo a fracasar.
Preparada en posición vertical, después del esfuerzo, compruebas que no te mueves, tienes claro lo que quieres, pero no es suficiente, el camino esta despejado, pero algo te impide rodar. El primer paso sólo sale de dentro, la fuerza, la energía, es el “para qué”. Tener motivación no es tener ganas es tener motivos .Revisar y reflexionar para qué quiero conseguir mi objetivo nos dará la fuerza suficiente para echar el pie y empezar a rodar. Si no encuentras una razón suficiente puede que no sea tu objetivo, que sea el de otro, o una excusa para no reconocer qué quieres de verdad.
Aprendizaje: la motivación es una fuerza interna que hace que el cuerpo se ponga en marcha, conecta con tus valores. Da el primer paso y el camino se irá abriendo bajo tus pies.
Cuando empiezas a moverte por primera es una sensación maravillosa, estás con un subidón que hasta te cantas “Y esta soy yo asustada y decidida, una especie en extinción, tan real como la vida”. Y mientras ruedas piensas, para los incrédulos, los que no confiaban en mí, los que me quitaron las ganas, los envidiosos, los cobardes...... Y todo es de color rosa.
Todo esto se acaba cuando piensas, a ver si ….no me lo merezco, no puedo, no debo o no sé y con esos pensamientos se instalan las dudas, la inseguridad y el miedo. Entonces en un segundo pierdes el equilibrio y te caes.
Aprendizaje: Se consciente de que aún no sabes, pero que puedes llegar a aprender, has iniciado el camino, persevera, trabaja y acepta las dudas y el miedo como parte de ese proceso, pero sin paralizarte, incluso acepta la posibilidad de fracasar en los primeros intentos.
Sentada de culo en el suelo, piensas ¿y qué hace una chica como yo en un sitio como este?. Quién me mandaría.... ya me lo advirtieron.
Hay caídas y caídas, si es muy grande, te quedas en el suelo que no te puedes ni mover, incluso puede ser que necesites a alguien para que te vuelva a poner en posición vertical. Dolorida y con cita para el Fisio, piensas en el peligro y se te quitan las ganas de continuar. Aquí está la prueba de fuego, porque tus fracasos se alimenta con el “te lo dije”. Pero tú eliges, o te quedas con el dolor y la queja o decides ponerte en pie de nuevo y continuar, eso es la resiliencia.
Aprendizaje: los golpes de la vida son inevitables, lo importante no es lo fuertes que sean, sino la fuerza con la que te vuelves a levantas.
Puede que sea inevitable caerse más veces para conseguir un objetivo, si esto ocurre, tengo que pensar, - si vuelvo a vivir una situación similar, ¿qué puedo hacer diferente?. Ahí está la clave para avanzar, aprender de los errores, otra premisa que se aprende de las caídas es procurar caer haciéndose el menor daño posible y la última lección para mi es que, si te caes, al menos evita que sea de culo, mejor caerse siempre hacia delante.
Aprendizaje: Si tienes que fracasar o cometer un error, mejor por algo nuevo que por repetir siempre la misma respuesta ante una situación, esos son los errores que no te llevaran a ningún lugar.
Y llega el día en el que no te caes ni una sola vez, pero el objetivo no está conseguido, necesitas seguir aprendiendo. Avanzas poco a poco, tan lento, que a veces te entra pereza y empiezas a descuidar la práctica, como todavía no disfrutas se hace cuesta arriba, el esfuerzo sigue sin recompensa. La clave está en la constancia y la perseverancia, hay que obligarse a seguir, reservar tiempo en la agenda y unos días con más ganas y otros con menos, seguir de manera constante con tu compromiso.
Aprendizaje: Saber es fluir y disfrutar de lo que haces, hasta que no se llega a ese punto no has conseguido tu objetivo, la clave está en la confianza, la seguridad y sobre todo la constancia.
CAPÍTULO 8. AVANZAR, TAMBIÉN SON LOS PEQUEÑOS CAMBIOS
Cuando por mucho que prácticas y te esfuerzas no ves grandes cambios, se instala la rutina y la sensación de frustración y es que a veces, para constatar que seguimos en el camino, estamos esperando a que se produzcan grandes cambios
Un cambio grande puede que no llegue nunca, por eso hay que aprender a valorar los cambios cualitativos, esos pequeños detalles en los que se va avanzando, independientemente de que llegues o no a tu objetivo, el aprendizaje que ya llevas en el cuerpo es irreversible. Mi pequeño gran paso, subir la cabeza y dejar de mirar el suelo mientras patino.
Aprendizaje: subir la mirada ya proporciona otra perspectiva, tener un campo de visión más amplio te muestra el horizonte y sólo allí puede que se encuentre el final.
Las personas de las que nos rodeamos nos condicionan en gran medida si cumplimos o no nuestros objetivos. Dicen que somos, como la media de las cinco personas con las que pasamos más tiempo, por ello es importante reflexionar quiénes son y qué papel juegan en nuestra vida. ¿Nos potencian o nos limitan los sueños?
No se trata de echar a nadie de nuestra vida, pero si darle una mayor cabida a aquellas personas que nos aportan felicidad, nos apoyan y nos acompañan de manera leal y optimista en el camino.
Si además los objetivos son compartidos o ya lo consiguieron anteriormente, mejor que mejor, porque son un ejemplo que nos demuestra que se puede llegar.
Aprendizaje: No hay nada mejor que rodearse de un buen equipo que ya logró lo que tú quieres conseguir o que quiera compartir el camino contigo para conseguirlo.
CAPÍTULO DIEZ- ¿ABANDONAR O SEGUIR? EL PUNTO DE INFLEXIÓN
Reconozco que volví a tener un momento de miedo total, paralizada me volví a replantear mi objetivo, no entendía para que servía tanto esfuerzo, disciplina y constancia. Te sientas y reflexionas, quizás ha llegado el momento de colgar los patines, dónde está el final.
Decidí darme una última oportunidad, esta sale del amor propio y del compromiso contigo y con los otros, volví a ponerme los patines una vez más convencida de que era la última.
Pero de repente todo cambió, he empezado a disfrutar y a divertirme.
Aprendizaje: Hay punto de inflexión en el que tocas fondo, hay personas que en ese punto tiran la toalla, abandonan y se conforma. Darte o no una oportunidad más te puede cambiar la vida.